Al revisar ejemplos de fábulas se percibe que su estructura es simple, siendo la mayoría escritas en formato de prosa, aunque hay varias redactadas en verso y a manera de poemas.
Las fábulas son relatos cortos en las que las cosas y animales se humanizan, es decir, hablan e interactúan como personajes. Además, se caracterizan porque entrañan una moraleja o enseñanza, siendo especialmente dedicados para niños y jóvenes en general.
Las fábulas a lo largo de la historia
Un autor destacado en el género de la fábula es Esopo, quien nace en el 600 a.c y se estima que muere en el 546 a.c. Se sabe que fue esclavo y que ganó cierta popularidad por sus escritos. Entre sus muchas fábulas tenemos: “El cuervo y la zorra”, “El escorpión y la rana”, “El león y el ratón”, “El viejo y la muerte”, siendo todas ellas muy famosas y han sobrevivido hasta nuestra época.
Por ejemplo, la fábula del “Lobo y el busto” reza de la siguiente manera: Un lobo halla un busto en medio del campo. Lo huele, lo registra, lo inspecciona. Al final lanza un soplido de resignación y dice, «¡Qué bella imagen; lástima que no tenga nada de cerebro!».
Como vemos, las fábulas utilizan la ficción de animar animales o cosas, dejando algo que entender. Por ello son tan útiles para los jóvenes, ya que son una excelente estrategia educativa.
Otros ejemplos de fabulas
Quizás sea el periodo medieval el más rico en este tipo de herramienta literaria. En esta etapa abundan las historias de animales y objetos que protagonizan anécdotas. La mayoría, están inscritas en temas religiosas, recordando que en la misma biblia aparecen serpientes que hablan y otros sucesos fabulosos.
Posteriormente, en la época de la Ilustración nos topamos con autores como Voltaire, quien escribe diversas fabulas donde objetos cotidianos como escobas y rastrillos toman la palabra para demostrar las contradicciones de su época. De esa manera, el género demostrando su capacidad formativa, sobre todo en el Siglo de las Luces, cuando se pretendía dominarlo todo por medio de la razón.
Finalmente, en nuestros tiempos la fábula sigue replicándose e inspirando literatura. Por ejemplo, la novela de George Orwell “Rebelión en la granja” parece ser una larga concepción fabulosa, donde el gremio de los cerdos sea dueña de la vida de los caballos, perros y demás animales, haciendo una analogía crítica con los sistemas políticos del siglo XX y demostrando la capacidad de este género para reinventarse hasta el sol de hoy.