Nos referimos a testamento cuando hablamos del testimonio escrito que deja una persona para manifestar su última voluntad. A menudo, dicha última voluntad está ligada a cómo se repartirán los bienes que dicha persona poseía en vida.
Algunos ejemplos de testamento son:
«Yo, Antonio Ruíz decido dejar mi casa de Venice Beach a mi único hijo Alfonso para que la disfrute así como lo hice yo».
«Yo, Manuela Campos decido dejar todas mis joyas y posesiones a mis hermanas, de manera que todo se reparta al 50% entre ellas».
El testamento se constituye como un acto jurídico. La persona en cuestión, establece a través de este acto, que individuos dispondrán de sus bienes una vez fallezca. Cabe destacar la posibilidad de incluir algún apartado no dependiente de los bienes, como reconocer a un descendiente por ejemplo.
Cabe señalar que, aunque se asocian los enfrentamientos por los testamentos a famosos y ricos, esto ocurre muy a menudo. Actualmente, hay muchos casos de enfrentamientos entre familias por algunos bienes llegando incluso a los tribunales. Esto es algo muy triste ya que muchas familias han llegado a separarse por ese simple hecho, obviando el cariño que se tienen entre ellos frente al egoísmo y la avaricia.
Ejemplos de testamento. Testamento y cristianismo
En el cristianismo, la Biblia se divide en Antiguo y Nuevo Testamento, según sea antes o después de nacer Cristo. El Antiguo es una obra muy compleja donde coexisten varias épocas de la historia del pueblo hebreo. El Nuevo, por su parte, está formado por libros y cartas tras el nacimiento de Cristo.
Como dato interesante, algunos expertos consideran que el término «testamento» no representa el verdadero significado de la palabra que hace referencia a esos libros. Frente a esto, se habla de antiguo y nuevo «convenio» o «deseo» de Dios con el ser humano.