Podemos definir la habilidad como la destreza para realizar o desarrollar ciertas tareas. También se puede definir como la capacidad que tiene un individuo para conseguir un objetivo.
La mayoría de ejemplos de habilidades, podemos distribuirlas en tres grandes grupos que son:
- Sociales: Incluyen las destrezas o las conductas que se precisan para realizar tareas entre personas de manera competente y eficiente. En este grupo podemos encontrar: la capacidad de comunicación, rechazo y negociación, mantener relaciones sanas y tóxicas con las personas que habitualmente tratamos, contar con distintos puntos de vista o perspectivas, mostrar simpatía, cooperación o compañerismo entre otras.
- Cognitivas: Están relacionadas con la capacidad para tomar decisiones, solucionar problemas, comprender cuáles son las consecuencias de la realización de una determinada acción, tener pensamiento crítico, y establecer distintas alternativas para solucionar un determinado problema.
- Convencionales: Este último grupo de habilidades están relacionadas con la capacidad de análisis frente a la influencia de terceros y de los medios de comunicación masiva.
Habilidades en el ámbito laboral
A continuación, vamos a mostrar algunos ejemplos de habilidades que habitualmente se requieren a la hora de optar para un puesto de trabajo, y que cada persona es capaz de adquirir por sí misma. Estos son:
- Destreza manual: Producir, manipular o arreglar con sus manos. Por ejemplo: la destreza para serrar un tablón de madera.
- Visualización: Capacidad para plantear distintas soluciones a un problema. Por ejemplo: usar una madera de menos calidad que otra para ahorrar costes.
- Creatividad: Relacionado con saber expresarse de manera artística. Por ejemplo: Añadir algún tipo de mosaico al acabado final del tablón de madera.
- Liderazgo o administración: Capacidad para liderar, guiar y cooperar con un grupo de individuos. Por ejemplo: encargarse de un grupo de personas para que realicen cien tablas de madera.