Libertad es la facultad propia del ser humano para actuar bajo su propia libertad y sin restricciones. Es por ello que la libertad viene a resaltar el hecho de actuar por nosotros mismos en las distintas situaciones de la vida. La libertad no está restringida a un solo campo sino que hay muchos ejemplos de libertad. Encontramos por ejemplo la libertad de expresión, la libertad de comunicación, la libertad de religión, etc.
Un aspecto a tener en cuenta, es que cuando hablamos de libertad, no nos referimos a hacer lo que queramos, sino lo que se debe hacer en sociedad libremente. Además, es considerada uno de los bienes más preciados de los que puede disponer el ser humano, ya que se ha luchado durante toda la historia por conseguirla y acabar con la tiranía de algunas sociedades.
Las distintas formas de libertad
A continuación, vamos a hablar de los distintos tipos de libertad que existen, poniendo algunos ejemplos de libertad en cada caso.
- Libertad de expresión: Aquella que nos permite difundir nuestras ideas y promueve el debate abierto entre personas. Aunque parezca algo básico, lo cierto es que no se tiene en todas las sociedades. En las sociedades o países más opresores, el estado elimina o prohíbe todo aquel pensamiento contrario al régimen. Ejemplos de esto último lo encontramos actualmente en China, Libia, Irán o Venezuela entre otros. Por el lado contrario, encontraríamos muchos países desarrollados como Francia, Alemania, España, etc.
- Libertad de reunión: Como garantía para poder asociarse con aquellos que comparten ideales y trabajar por los mismos. Esta libertad está casi garantizada en todo el mundo actualmente, aunque en el pasado no fue así. Un ejemplo muy claro fue la España de postguerra, la cual comprendió al franquismo. En esa época, estaba prohibido la reunión de más de 7 personas en un determinado lugar porque se creía que inducía a poner en duda al régimen.
- Libertad de voto: O de elección para poder elegir libre y democráticamente a los gobernantes.
La libertad condicional o provisional
Hablamos de este tipo de libertad cuando nos referimos a aquella que se le da a los condenados en sus últimos años de condena, debido a su buena conducta dentro de prisión entre otros factores. No obstante, no es una libertad absoluta, puesto que requiere ser revisada cada cierto tiempo, y estar en constante observación de aquel al que se le ha concedido.