El romance es un subgénero lírico surgido en la España de la Edad Media, en el cual sus textos están formados por versos de 8 sílabas, en los cuales los versos pares tienen rima asonante, mientras que los impares carecen de rima.
Actualmente, se piensa que surgieron a partir de las grandes epopeyas medievales, como el Cantar del Mio Cid. Se dice, que los juglares, que eran los encargados de contar estas historias, cuando las contaban en las plazas, se limitaban a las partes más importantes. Los oyentes, posteriormente se lo transmitirían a sus hijos y así sucesivamente, quedando la epopeya fracturada y originándose los romances.
Antes de exponer algunos ejemplos de romance, vamos a clarificar cuáles son sus características más importantes.
- Existe una preferencia por el realismo frente a la tendencia a la leyenda.
- Se da más importancia al aspecto dramático del suceso.
- Uso de ciertos elementos como repeticiones, epítetos y la exclamación.
- En los primeros romances se recurría a agregar un fonema a los vocablos para obtener la rima. Actualmente, los versos se agrupan en estrofas de cuatro versos cada una.
- Es de origen popular por lo anteriormente mencionado con los juglares y su selección.
- Se transmitía oralmente para que la gente recordara los hechos más significativos de su comunidad.
Ejempos de romance conocidos
A continuación vamos a mostrar algunos ejemplos de romance que desde aquellos comicios adquirieron gran importancia.
A mis soledades voy (fragmento) – Félix Lope de vega
a mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.
¡no sé qué tiene la aldea
donde vivo y donde muero,
que con venir de mí mismo
no puedo venir más lejos!
ni estoy bien ni mal conmigo;
mas dice mi entendimiento
que un hombre que todo es alma
está cautivo en su cuerpo.
ROMANCE DEL REY DON SANCHO
-¡Rey don Sancho, rey don Sancho!, no digas que no te aviso,
que de dentro de Zamora un alevoso ha salido;
llámase Vellido Dolfos, hijo de Dolfos Vellido,
cuatro traiciones ha hecho, y con esta serán cinco.
Si gran traidor fue el padre, mayor traidor es el hijo.
Gritos dan en el real: -¡A don Sancho han mal herido!
Muerto le ha Vellido Dolfos, ¡gran traición ha cometido!
Desque le tuviera muerto, metiose por un postigo,
por las calle de Zamora va dando voces y gritos:
-Tiempo era, doña Urraca, de cumplir lo prometido.