El término talento está vinculado a la aptitud física o mental para realizar una actividad en concreto. Cuando hablamos de una persona talentosa, nos referimos a aquella que tiene mayor destreza para realizar una actividad que el resto.
El talento, puede desarrollarse en muchas áreas, ya sean tareas científicas, deportivas, artísticas, sociales o lógicas. Además, podemos aplicar este concepto para decir que una persona es capaz de hacer algo en concreto. Por ejemplo: «Messi es un jugador estratosférico, es realmente un talento del fútbol.»
Talento heredado y talento adquirido
En general, se suele afirmar que hay dos formas de talento:
- Heredado: es aquel que puede heredarse de un antepasado con habilidades similares. Este apartado, se centra en las habilidades debidas a una herencia genética, como por ejemplo: «Ser un buen jugador de baloncesto por tener la herencia genética de antepasados que medían más de dos metros».
- Adquirido: Hablamos de él cuando nos referimos al que se adquiere como resultado del aprendizaje o entrenamiento a lo largo de varios años. Ejemplo de talento adquirido: «Ser bueno en matemáticas por el hecho de dedicar dos horas de estudio diario todos los días, año tras año.»
Indistintamente, el talento puede desarrollarse, ya sea heredado o adquirido, a base de esfuerzo, entrenamiento y trabajo. No obstante, hay una gran diferencia entre ambos talentos. Mientras que el primero puede prolongarse indefinidamente incluso sin ser trabajado regularmente, el segundo necesita de esto último para que no desaparezca.
Ejemplos de talentos: El talento ligado a la empresa
Recientemente, las empresas han basado parte de sus esfuerzos en la captación de personas jóvenes con talento para conseguir trabajadores muy eficientes al tiempo que realizan cursos a sus trabajadores para perfeccionar aquellos que cada uno posee, en un intento por mejorar el rendimiento y la eficiencia de los trabajadores, y por tanto, de la empresa.